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Categoría: Psicología
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La mayoría de las familias enseñan a las mujeres que el dar es una capacidad femenina y que el recibir es el privilegio y el derecho de todo hombre. Algunas familias educan a las mujeres para que se amen a sí mismas y se comprometan con su rol que les fu
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La mayoría de las familias enseñan a las mujeres que el dar es una capacidad femenina y que el recibir es el privilegio y el derecho de todo hombre.
Algunas familias educan a las mujeres para que se amen a sí mismas y se comprometan con su rol que les fue asignado de acuerdo a su sexo, sin embargo se les educa dentro de una dinámica donde el padre quiere sentirse cuidado, amado y respetado, donde se cuiden primero sus sentimientos de él, por lo cual la hija no es capaz de desarrollar un sentimiento de amor hacia sí misma.
Una madre sana ama mas a sus hijos que ha ella misma cuando son pequeños, sin embargo existen mujeres que no logran separarse completamente de este tipo de amor y lo trasladan al marido convirtiéndose en las madres de sus maridos.
Así mismo los hombres que tienen una madre que los sobreprotege mas allá de una edad adecuada para hacerlo se convierten en dependientes, en personas que no poseen una capacidad para amar, ni para proteger, presentan el síndrome de Peter Pan en el cual no quieren crecer y buscan mujeres que llenen el vacio emocional que ha dejado mamá.
Un hombre de energía masculina no se casa con una mujer que da, solamente se sentirá satisfecho con una mujer femenina que esté dispuesta a recibir de él, que lo admire, que busque como recompensarlo sin excederse. A los hombres masculinos les gustan los problemas y los desafíos.
Una mujer de energía femenina es egocéntrica, primero que nada se ama ella misma, después sabe compartir ese amor con su pareja y sus familiares, sabe poner límites, busca la protección de una pareja, el reconocimiento, es sensible y empática.
Un hombre de energía femenina espera que la mujer que está a su lado resuelva todas las adversidades que se presenten, se sienten cómodos con una mujer a la que le gusta tomar la responsabilidad, dejándolo a él ser más artista, el elemento de la diversión en la relación.
Una mujer de energía masculina sana y sensible es cariñosa y generosa con su tiempo, sexo, afecto y amor, así como también con su dinero. Y se asegurará, con lo máximo de su capacidad, de que el hombre que este con ella se sienta siempre cómodo y no humillado con el tema del dinero.
Cualquier tipo de energía que se tenga en una relación resulta positiva siempre y cuando usted acepte las características de cada una de estas energías las cuales se tendrán que complementar en su relación de pareja para que puedan funcionar adecuadamente, respetando sus diferencias y aceptándose tal y como son.